Tal como soy...

Me llamo Martha, tengo 20 años y nací en Escocia, aunque desde hace unos meses mi vida transcurre en Barcelona. Vine aquí por estudios, pero estoy descubriendo mucho más que lo académico: estoy conociéndome a mí misma, explorando mis límites y aprendiendo a estar sola sin sentirme sola.

Soy alguien que siente mucho y que piensa demasiado. A veces me pierdo en mis pensamientos, en preguntas sin respuesta y en posibilidades infinitas. Pero hay una cita que me encanta y que siempre trato de recordarme a mí misma: “Pensar demasiado es el arte de crear problemas que ni siquiera estaban allí.” Me ayuda a soltar, a confiar más en la intuición y menos en el ruido de mi mente.

Me encanta viajar, hablar con desconocidos, escuchar historias que no son mías. Algunos lo llaman curiosidad, otros lo llaman entrometerse. Yo creo que es una forma de conexión. Siento que cada persona es como un libro abierto, y yo siempre quiero leer más y más. Me rodeo de personas que me hacen reír, que me inspiran, que me permiten ser yo misma sin enmascarar mi autenticidad.

Me considero empática, leal, soñadora y con una energía que a veces brilla con fuerza y otras veces necesita recogerse. Me emocionan los pequeños detalles: una tarde de sol, una conversación sincera, una canción que me recuerda a casa, un libro nuevo, una copa de vino con alguien que me entiende sin que tenga que explicarme demasiado.

También tengo mis sombras: a veces el desorden, la impaciencia, las dudas, el miedo al cambio… y un corazón que, aunque ha pasado por una guerra, sigue eligiendo agradecer la belleza en todo.

En resumen, soy una persona que sueña grande, aunque a veces me dé miedo. Pero sigo adelante, paso a paso, sin prisa pero sin pausa, porque he aprendido que en cada tropiezo también florece algo.